·

·
Impartiendo una conferencia en el TEDx de la Universidad de Oviedo

17 de agosto de 2010

La Tribuna del Derecho # 46 Justicia divina

En el número 46 del periódico "La Tribuna del Derecho" se publicó mi artículo "Justicia divina":

"Una mujer con los ojos vendados (símbolo de la imparcialidad) sosteniendo, en una mano, el fiel de una balanza (la equidad) y, en la otra, la empuñadura de una espada (la ley) es –sin duda– el estereotipo que todos tenemos en mente cuando tratamos de representar la imagen de la Justicia; aquélla que, según dicen, se vendó los ojos cuando vio lo que hacían los hombres y huyó al cielo, ocupando en el zodiaco el signo de Virgo y su balanza el contiguo de Libra. En otras ocasiones, a esta figura femenina también le acompaña un león echado a sus pies, como símbolo de la fuerza que debe tener la justicia para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.

Su origen se encuentra en la mitología griega: La diosa Temis (o Themis) era uno de los 12 titanes –hijos de Urano (el cielo) y Gea (la Tierra)– que gobernaron el mundo en la llamada edad dorada. Simbolizaba la encarnación de la justicia divina, la ley de la naturaleza y la costumbre; es decir, la Ley en mayúsculas. Sus hijas también representaban el orden moral (Astrea) y la propia justicia (Diké); por ese motivo, muchas veces la personificación de la justicia puede recibir estos otros nombres.

Fueron los romanos quienes, posteriormente, denominaron Iustitia a la diosa griega Temis y de ahí procede, etimológicamente hablando, el término Justicia; pero, además de Grecia y Roma, otros lugares del mundo también crearon su propia imagen de lo justo (...)".

10 de agosto de 2010

Las Hazas de suerte

En el número 11 de Timón laboral -la revista bimestral que edita el Colegio de Graduados Sociales de Cádiz- se ha publicado mi artículo Hazas de suerte: En dos municipios gaditanos existe una tradición jurídico-histórica que también se merecería un reconocimiento por parte de la UNESCO: son las Hazas de Suerte de Vejer de la Frontera y de Barbate. En los tiempos de la Reconquista, cuando el curso del río Barbate trazaba la frontera que separaba la Corona de Castilla y León de los territorios bajo control musulmán, se concedió a esta tierra una Carta Puebla que recogía cuáles eran sus derechos y privilegios, mejores y mayores que otras similares porque los monarcas cristianos trataban de incentivar la repoblación de esta estratégica comarca gaditana. Pulsa aquí para leerlo