"Una mujer con los ojos vendados (símbolo de la imparcialidad) sosteniendo, en una mano, el fiel de una balanza (la equidad) y, en la otra, la empuñadura de una espada (la ley) es –sin duda– el estereotipo que todos tenemos en mente cuando tratamos de representar la imagen de la Justicia; aquélla que, según dicen, se vendó los ojos cuando vio lo que hacían los hombres y huyó al cielo, ocupando en el zodiaco el signo de Virgo y su balanza el contiguo de Libra. En otras ocasiones, a esta figura femenina también le acompaña un león echado a sus pies, como símbolo de la fuerza que debe tener la justicia para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.
Su origen se encuentra en la mitología griega: La diosa Temis (o Themis) era uno de los 12 titanes –hijos de Urano (el cielo) y Gea (la Tierra)– que gobernaron el mundo en la llamada edad dorada. Simbolizaba la encarnación de la justicia divina, la ley de la naturaleza y la costumbre; es decir, la Ley en mayúsculas. Sus hijas también representaban el orden moral (Astrea) y la propia justicia (Diké); por ese motivo, muchas veces la personificación de la justicia puede recibir estos otros nombres.
Fueron los romanos quienes, posteriormente, denominaron Iustitia a la diosa griega Temis y de ahí procede, etimológicamente hablando, el término Justicia; pero, además de Grecia y Roma, otros lugares del mundo también crearon su propia imagen de lo justo (...)".